Desigual sigue enmarcándose como una de nuestra firmas con mayor proyección internacional, tal y como vimos en la pasada edición de septiembre. Sin embargo, en esta ocasión es la primera modelo con vitíligo, Chantelle Winnie, quien ha tomado el relevo de su antecesora, Alessandra Ambrosio, para lucir en pasarela una colección plagada de aires sesenteros y detalles étnicos. Para eso, y para seguir diciendo que, ante todo, tal y como reza la firma, «la vida es chula».
Colores: Además de los neutros, cobran un total protagonismo los colores tierra y los verdes -caqui y pistacho-, burdeos y malvas. Los estampados étnicos, propios de una colección que invita a sumergirnos en las tribus nómadas, son los auténticos protagonistas de la colección.
Prendas: Combinación del ‘denim’ en chaquetas vaqueras, con el cuero de las faldas midi o de shorts, así como el pelo ‘peluche’ y los interminables flecos en pantalones y complementos, que vuelven a respirar la misma atmósfera de los sesenta que tanto retornaron ya en la pasada temporada.
Complementos: Bolsos de cuero con incrustaciones, gafas de sol que cabalgan entre los 60s y 70s, zapatos de maxitacón recubiertos de pelo, y sobre todo, prendas que decían «Yes!» en estampados, corazones y complementos.
Equipo ASEDAI
TEXTO Y FOTOS de Manu Sánchez